domingo, 20 de abril de 2008

Pre campaña y pasarela

Más que informe de actividades de una institución de educación superior, Briseño Torres organizó el preámbulo de una campaña para lo que se venga.
El Consejo Universitario quedó opacado e incompleto (algunos no alcanzaron) en los asientos principales del Paraninfo destinados el mediodía del jueves a dar cabida a las figuras del momento, ya sabe usted; cuellos altos de la polaca nacional y local, tan solicitados por los fotógrafos de prensa y reporteros que les cubren la cara con grabadoras y micrófonos. No todos, pero si algunas eminencias de la talla del gober precioso, el mismísimo Mario Marín, ese que persiguió y secuestró a la periodista Lidia porque tuvo el valor de denunciar a su amigo el pederasta del sureste. (Voítelas papá) Todo un trofeo para la sala del discurso.
También estuvo la presidenta del partido opositor a medias o un cuarto, Beatriz Paredes.
De ese tamaño fue la convocatoria, para que no queden dudas de que se tienen operadores que mandan oportunamente las invitaciones a destinatarios clave y éstos resuelven venir porque Jalisco es uno. (Perdón por el chascarrillo aunque tenga algo de serio)
La tierra donde hay harta jal y cristeros, es bastión importante para cualquier grupo que aspira al poder porque es zona concentradora de capitales, tanto económicos como políticos, electorales y hasta culturales o simbólicos, con caballitos de tequila incluidos.
Hay aquí muchos activos como son; intelectuales, ideólogos, comunicadores críticos, inversionistas, empresarios, buenos políticos (menos pero los hay). El engranaje del occidente que opera desde nuestra metrópoli, mueve el árbol de levas del país. Además, los Panamericanos darán un acento muy importante para distintos ámbitos que van más allá del deporte. En estos momentos a nadie le conviene dejar pasar oportunidades de salir en la foto, máxime si se trata de eventos cercanos a ámbitos universitarios que todavía conservan bastante prestigio en México y no se diga la UdG. Sobre todo ésos, a quienes la gente mira feo y hasta es capaz de aventarles con algo si los topa en la calle, como el sinvergüenza que sigue de gobernador en Puebla y tan amigo de Fecal. Así pueden revolverse aceites y aguas residuales en nuestro país.
También estaba entre concejeros universitarios y retazos gordos para el caldo, la gobernadora de Zacatecas, Amalia García, sentada entre sus homólogos, Ney González, de Nayarit y Silverio Cabazos, (nombre de torero) de Colima, ese merito que manda policías para que se den tiros con sus vecinos jaliscienses, debido a los problemas limítrofes enredados con los intereses por las riquezas de la zona.
Atento a la cúpula del recinto, fue captado por un fotógrafo el cardenal Sandoval Íñiguez. Su mirada se concentraba en el mural que alguien bautizó como “El hombre pentafásico”, por los distintos rostros que se aprecian en una sola cabeza humana. Se le hubiera hecho muy chistoso el nombre a Clemente Orozco. Bueno, volviendo al cardenal en el informe, ¿Qué le dirían los murales? Tenía enfrente el del “Pueblo y sus falsos líderes”, donde se ven unos tipos barbudos, armados, llevan lentes oscuros unos y otro esgrimiendo mentiras, contratos entreguistas en sus manos peludas, mientras los famélicos obreros les contemplan impotentes. La hoz y el martillo. Ojos horrorizados y muchos más, vendados. Algunas manos crispadas y puños en alto. ¿Qué le dicen, cardenal? ¿Conoce los de la Capilla Tolsá, donde la mano del artista dibujó la era de la conquista y el colonialismo, los horrores de la religión vuelta dogma, fanatismo, junto al otro amo; la máquina? Quién sabe. ¿Cómo le sienta estar en este templo laico?
Qué bueno que asista este personaje y se codee con los jerarcas de la casa de estudios, finalmente es una casa de todos en el estado. Se enriquece con la pluralidad y más si esa diversidad es nuestra, es decir, de aquí, entre mexicanos jaliscienses que somos bien diferentes; bien mucho, como dicen muchos.
La pasarela continuó con Ramírez Acuña, el que puso de moda destaparse en Jalisco y quiere aprovechar su propia moda confeccionándose un traje de candidato a la grande. Quién sabe con qué ajuar se va a inscribir en el festín, porque sus costureros y modistos no se ven muy capacitados como para dar puntadas que puedan sostener una banda tricolor al pecho y él tampoco tiene tanto como para que ésta no se arrugue y desprenda.
De ahí para adelante siguió el desfile en bola por las escalinatas del edificio sede de la rectoría, con la presencia de senadores como Tonatiuh Bravo, a quien se le ve más en la línea del presidente de los comités relacionados con la cultura de la universidad y continúa como estratega número uno. El político, (cada vez menos ostensiblemente) promotor y ahora productor de la industria cultural en distintas facetas como cine y espectáculos. Vaya inquietud. RPL. Quien por cierto no fue y cuya ausencia elevó el volumen de los rumores y los multiplicó en todas partes. ¿Pues cómo creen que iba a dar el espaldarazo así por que sí? Además, quizá fue algo hablado con antelación porque la presencia del señor de las ferias realmente si mueve el fiel de la balanza y entonces sí, ¡tiembla tierra salitrosa! ¿Para qué hacer tantas brisas ahora, si estamos en plena primavera chicha?
También estuvieron tres ex gobernadores de Jalisco, priistas, midiendo sus bonos. A ver quién y cómo los saludan, con suerte hasta los compren para lo que pudieran servir, sobretodo si huele a mecate por aquello de los amarres. Aquí prueban lo que se conserva de relaciones y colmillo.
Se vieron pues, entre universitarios que fueron a sesionar y la flota de invitados, algunos gallos con espolones, revueltos con polluelos y las moronas que van a ver quien las reconoce y en una de esas hasta las recoge.
Así son estos besamanos, tan folclóricos, acartonados, por momentos muy hipócritas y finalmente hasta divertidos.
El que no debe andar muy divertido es el rector, quien ha de pasarla bastante preocupado o emocionado, -crecido- por toda la expectativa que levanta. Enuncia frases que dejan ver des-propósitos y metas políticas personales, lo mismo que elogios grandilocuentes dirigidos a quienes considera con peso en estas lides. Principalmente hacia Emilio González y al cardenal Sandoval Íñiguez, por vía de aprobar la mega limosna.
Muy revuelto, literalmente, el asunto político que se maneja al interior y exterior de la universidad. Como que todos se dieron cuenta al mismo tiempo de que es el póker de la política local.
El parque que da la institución para las contiendas es codiciado. Mas no es congruente ni conveniente que la universidad, o mejor dicho, las voces que hablan por la universidad, abandonen la esencia, la simiente que es permanecer siempre para la educación y transformación de los sujetos por medio de la ciencia y la cultura. Tarea irrenunciable y opuesta a las visiones sumisas ante órdenes sobrenaturales, germinadas al abrigo del dogma y que son el baluarte de quienes ejercen el gobierno en el estado y en el país. Contraria igualmente a servir de capital político para los bandos que disputan el poder.
Desafortunadamente, para las amargas lecciones dadas por la historia y lo que tendrán, de seguir así, las generaciones que no han nacido.
Ante la metástasis metafísica que se multiplica alentada por el conservadurismo radical y amenaza por volver al Estado orgánicamente confesional, las universidades públicas han de estar alertas y reforzar el discurso identitario con valores republicanos laicos.
Se unen fuerzas neoliberales impulsadoras de políticas privatizadoras con las voluntades religiosas de élite y los medios de comunicación, en tanto las autoridades de esta universidad pública, prefieren mantenerse como amistosos avales de los grupos dominantes. Vuelven la espalda a los postulados que le dieron sentido y el lugar que tiene en la sociedad la Universidad de Guadalajara.
El molde en el que se pretende sumir a México se llama MCM. Mercado-Clero-Medios.
Contra ese amoldamiento se elevan miles de voces, máxime desde donde se viven las tensiones más agudas socialmente y ahí no está la voz de nuestra casa, porque se manifiesta en otra, donde medra partes de esa manzana llamada poder.
Ante el acoso de esta correlación de fuerzas, algunos académicos del Iteso y de la propia UdG, han respondido por medio de artículos que se publicaron en diarios de circulación local.
Contra esas dinámicas mercantiles que disuelven la autonomía del Estado, su laicismo y que de paso desmoronan la economía de los débiles, la universidad tendría que anteponer un discurso de alta densidad social, en lugar de servir de colchón blando para que retocen los poderosos, los explotadores; aunque suene arcaico, pero lo son. Esos que por lo visto ya se metieron a los que gobiernan nuestra alma mater en el bolsillo o en el canasto de las limosnas.
¿Informe? ¿Quién se acuerda de los datos duros, de las estadísticas a favor? Si fue pre campaña y pasarela?

viernes, 18 de abril de 2008

Limosneros con garrote

Hace tiempo que no se presentaba una reacción ciudadana tan dilatada y participativa contra la autoridad, como la que se está dando en estos días debido a la donación de noventa millones de pesos del erario público para la construcción de un templo católico, cantidad que se agrega a otras erogaciones similares.
La noticia cayó como piedra en el panal y la respuesta colectiva ha sido inédita. No han dejado de publicarse en los diarios y en las cadenas de Internet, argumentos en contra de la descomunal limosna.
Por si todo lo anterior fuera poco, se organizó una marcha de protesta a la que acudieron alrededor de mil quinientas personas el pasado viernes 11 de marzo.
Por su parte, los medios de comunicación que mantienen diálogo a través de líneas telefónicas o correo electrónico con sus audiencias y que han abordado el caso abierta y objetivamente, reciben aún muchos comentarios que muestran indignación y enojo por la medida que asumió el gobierno de Jalisco. Máxime que no es el único regalo millonario que se dedica a causas que nada tienen que ver con las funciones del Estado, si no que favorecen a grupos económicos sólidos como Televisa y Expo Guadalajara.
Se trata exclusivamente de compromisos privados. Es un uso del recurso público a título personal, del propio Emilio González, de quienes gobiernan con él y con el cardenal Sandoval. Dispusieron de esta y otras cantidades para darles un destino que nada tiene que ver con el Plan de Desarrollo de Jalisco, (PDJ) ni muestra congruencia con ley de Proyectos de Prestación de Servicios (PPS).
Algo que llama la atención es sin duda la avalancha de quejas ciudadanas interpuestas ante la CEDH. Van más de cuatro mil y no parece detenerse la iniciativa de los inconformes, al contrario, se desató una presión social como no se había tenido desde los funestos días que siguieron al 22 de abril de 1992 y que no se agotó ni con la renuncia obligada del entonces gobernador Guillermo Cosío Vidaurri. Ahora la gente pide la salida de Emilio González, quien, para darle un sabor de birria jalisciense al asunto, es defendido por el propio rector de la UdG, Carlos Briceño. ¿Seguirá en el PRI?
El representante universitario se pronunció a favor de la causa dadivosa y hasta pidió olvidar el tema. Curiosamente entre los argumentos que dio en un programa de televisión mencionó que “hay para todos”. Habrá que averiguar si fue en plan premonitorio por alguna bonanza que se avecina o porque el gobierno tiene su guardadito para otras iglesias de distintas religiones y en una de esas hasta los masones alcanzan limosna.
Bueno fuera porque esto significaría que los problemas, las carencias materiales y culturales, ya estarían superadas. Se mostró tan complaciente el rector con el gobernador, que hasta criticó a quienes razonablemente exponen por qué es necesario que se ponga alto a la limosna y regresen la parte que ya se donó. Dijo que “la decisión “fue de buena fe (católica, sin duda) congruente con lo que él piensa (pero no con lo que piensan miles de ciudadanos) y señaló además que “el tema está sobrepolitizado donde cada quien busca llevar agua a su molino”.
Nada más político que estas declaraciones que acusan miras futuristas. Sus palabras suenan a tono con lo que opinan los del círculo cercano del gober piadoso. Los cálculos que hace apuntan a que la derecha azul y tricolor pudieran permanecer en el poder y hay que ponerse sedita. Es momento de mandar mensajes conciliadores, sobre todo a la grey que engrosa las filas electorales.
No está mal la estrategia si de obtener recursos se trata y de paso se acarrean simpatías conservadoras como agua para el molino.
El funcionario udegeista siguió con el sahumerio: “González Márquez le ha apostado a la máxima casa de estudios, a los Hospitales Civiles y, sin embargo, nadie habla de ello”.
Empero, al otro lado de la cancha juegan decenas de miles de ciudadanos (muchos de ellos católicos) que repudian con firmeza una decisión a todas luces fuera de las funciones del Estado laico que hemos de conservar. El vals del rector y el gobernador no se percibe tan acompasado con las demandas prioritarias y asignaturas popularmente exigidas. Ni siquiera la Coparmex les apoya. Se acompañan con su propia orquesta y ritmo que supuestamente los ha de llevar por los pasillos y alfombras de 2009 y 2012. Se cuidan de marcar muy bien cada paso para que las piruetas salgan perfectas. ¿Estarán abiertas para alguien tan próximo al grupo UdG, las puertas de los castillos azules? ¿Tendrá que alejarse para que retiren el picaporte? ¿Por qué anuncia sus pretensiones de gobernar el estado desde ahora? ¿Por cuál línea irá? Lo que haga en y con la universidad, será la parte medular de su capital político, junto a los amarres que desde ahora hace por fuera.
Es difícil creer que los criterios políticos formados en el Yunque, el Opus Dei, Legionarios de Cristo, lasallistas, los grupos cursillistas y toda la fauna que configura las filas del partido en el poder, puedan pasar por alto un pasado fegista, nutrido ideológicamente del marxismo-leninismo, afín a las revolución Cubana y al movimiento Sandinista, entre los que se dieron en Latinoamérica y en el entonces llamado tercer mundo. Muchos jóvenes estudiantes de aquélla época se identificaban con las causas que les representaban acciones libertarias contra el discurso del poder y la hegemonía, en todo sentido. Hubo quienes siguieron en la lucha social y hasta soportaron persecuciones o en los peores casos (muchos por cierto) ahí terminaron su existencia, en tanto la mayoría se diluyó en modos de vida prácticos, tratando siempre de alcanzar lo máximo de bienestar material posible, el indispensable acomodo. Algo contradictorio y a la vez explicable.
Sin embargo, los tiempos cambian y el éxito personal de algunos les alejó de tales ideas radicales. No es lo mismo ir todos los días en camión a la escuela y a los mítines con el manifiesto comunista bajo el brazo, agitar banderas y gritar consignas desde las baldosas de la plaza, que llegar con chofer a la oficina y ponerse a despachar frente a un escritorio de caoba, mientras dos o tres secretarias atienden los pendientes y lo que ordene el jefe que se apoltrona en mullido sillón, rodeado de teléfonos junto a la computadora de última generación, además de una Lap-Top que tiene por un lado. Vaya que hay diferencias y muchas. Militar en los movimientos de izquierda no es cómodo y mucho menos fácil resulta mantener la convicción, sobre todo si hay manera de transitar por otras opciones tapizadas de merengue, confituras y jugosas mieles capitalistas. Los que continuaron a pesar de ser tentados merecen todos mis respetos.
Por otra parte, es rarísimo encontrar gente conservadora o de la derecha que renuncie y se pase a las filas de los que luchan por causas que esgrimen los oprimidos, desiguales, invisibles, ahora desconectados. Aquellos quienes se encuentran en las partes inferiores de la pirámide, si es que la estructura social tiene forma de pirámide. En los bordes o confines más alejados o soterrados, si nos basamos en la teoría del sistema mundo contemporáneo. De esas canteras también surgen los héroes.
Lo que sí tenemos son pensadores; intelectuales, filósofos y demás personajes que cultivan el hábito de reflexionar objetivamente sobre acontecimientos que tienen trascendencia para la vida pública.
Y también se ha conformado una sociedad donde surgen respuestas conformadas por grupos activos, como los ciudadanos que se suman a rechazar públicamente ocurrencias como el llamado limosnazo que donó el gobierno a la iglesia católica, mientras que ésta ha contestado a las críticas con discursos incitadores según el nivel de agresividad. Públicamente ofende la iglesia local a través del editorial de su órgano de difusión a quienes piensan distinto. Señala a quienes están en desacuerdo con la entrega de los millones como “jacobinos” “no creyentes o practicantes del relativismo intelectual”, además de “quisquillosos que siempre encuentran defectos” “siempre ven el pelo en la sopa”.
De ese nivel son los enunciados del episcopado. Si la autoría fuera de algún fanático irritado, perteneciente a cualquier bando o ideología, no nos extrañaría esta clase de reacción y lenguaje, pero se trata de la máxima autoridad de la iglesia católica en el occidente del país. La diócesis de Guadalajara todavía es muy amplia y tiene influencia en millones de individuos que marcan muchas facetas de su vida conforme a la doctrina propia de la religión o los discursos que les dirigen los líderes que se forman dentro de la institución.
Es lamentable que contesten en esta forma a los ciudadanos que no admiten que sus recursos se gasten discrecionalmente. Limosneros con garrote, se les llama popularmente a quienes obran así.

martes, 15 de abril de 2008

Bestial

Bestial. Así pudiéramos definir la forma de conducir de la mayoría de los choferes del transporte público, los llamados “minibuseros”, convertidos en el terror de las calles. Nuevamente hizo de las suyas uno de estos sujetos que van a gran velocidad, emparejados con otro de su mismo corral, sin respetar límites de ninguna clase, mucho menos a la gente que llevan a bordo. De los transeúntes o automovilistas ni qué hablar; corre peligro cualquier ciudadano que va en estas latas de la muerte, al igual que quienes se encuentren en su camino. Los ciclistas son quizá las víctimas más frecuentes y los que cruzan la calle, aunque también matan o hacen daños sobre las banquetas e incluso adentro de las fincas. De pronto un camión se puede meter a la sala o hasta la cocina. También invaden negocios de vez en cuando.
Una estudiante de secundaria que esperaba abordar un camión sobre la banqueta, murió aplastada por el vehículo que volcó ayer debido a esa estúpida carrera que siempre llevan los conductores, a quienes de pronto les da por detenerse a platicar con sus colegas tapando el paso de los demás o muchas veces los vemos hacer tiempo a vuelta de rueda. Así es de incongruente y pésimo el dizque servicio controlado por mafias locales. Unidades sucias, en deplorable estado mecánico y casi siempre guiadas con imprudencia por algún energúmeno.
Por si fueran poca cosa las aberraciones del gobernador y compañía que piensan que todos son de su condición, en esta vapuleada sociedad la mayoría de los ciudadanos son usuarios-víctimas del transporte urbano. Todos los días, decenas de miles de personas tienen que soportar el miedo de ir en un vehículo conducido por un sujeto que se comporta irracionalmente, porque conduce a velocidades que son como para matar a quien sea en cualquier metro de asfalto, como sucede con frecuencia. Son de la clase de tipos que no se les quita la costumbre de llevar amigos o novias y el radio a todo volumen. Se transforman en bestias con un volante en una mano, mientras con la otra cobran, arrían gente para que se apretuje en un pasillo atestado, al tiempo que controlan el abrir y cerrar de las puertas.
Esto es solamente una parte de un mal enorme, una monstruosidad que se ha fortalecido gracias a la corrupción, para variar.
El Estado debería garantizar el servicio del transporte, para que se vuelva algo distinto a un negocio de los más rapaces, esos que desde el gobierno o con ayuda de gente que está vinculada a los puestos públicos, se hacen de las concesiones y exprimen al máximo para que les rinda. De ahí que tengamos algo que no es posible llamar servicio si no abuso público a fuerzas.
Una privatización más que deja a la población a merced de la desmedida ambición con que se conducen los dueños de toda esta madeja de camiones y sus operarios.
El transporte, como el petróleo, son bienes estratégicos que no se pueden, no debieran dejarse en manos de especuladores. Son, ante todo, servicios que garantizan que la gente vaya al trabajo o los jóvenes a la escuela, entre muchas actividades más.
La posibilidad de transportarse es un motor del desarrollo que en primer lugar debiera ser muy seguro, además de eficiente y digno. Los camioneros de aquí nada de eso tienen, si no todo lo contrario: son el enfado y el terror de la ciudad. Tampoco van por rutas que se adecuen a la necesidad porque las fija un interés mercantil. Esto redunda en mayor deterioro de la economía de las clases más desprotegidas económicamente, que son además las que utilizan este transporte y abordan hasta cuatro o más rutas, obligadamente, en función de exprimirles más el bolsillo.
Por otra parte, nadie parece verificar el estado mecánico de los carros, los vemos contaminar y llevar exceso de pasaje. Son un desastre, un problema serio que la capacidad mostrada por los gobernantes, aunada a la presión que reciben de la gente que a como de lugar quiere hacer negocios con ellos, hacen que no tenga para cuándo resolverse. Quizá para el próximo siglo, cuando el tráfico ande por otro lado o se queden los que estén a pie o quién sabe.
El Tren Ligero es del Estado y funciona bastante bien. Qué pena que no lo dejaron crecer por favorecer la proliferación de estas amenazas con ruedas de hule que pertenecen a empresarios con influencias o políticos que no han hecho absolutamente ni una obra de beneficio social y en cambio amasan fortunas que les permiten tener impunidad y más negocios al amparo del gobierno. Desde arriba hasta abajo.
Los familiares de la menor que falleció ayer, en tanto que otras cinco personas se encuentran graves por el homicida del volante que destrozó varias familias, hicieron una marcha en compañía de los vecinos solidarios e indignados, desde la Colonia Haciendas de San José, que es donde vivía ella, hasta la Colonia Parques de Santa María, lugar donde queda la Terminal de la Ruta 30, a la cual pertenece el de la volcadura. Se trata del municipio de Tlaquepaque, que tiene colonias habitadas por personas que esperaron años para contar con servicio de transporte y ahora reciben un trato peor que objetos o animales, cuando utilizan, por necesidad, por que no hay alternativa, esta deplorable opción que les vinieron a traer.
Qué dolor han de sentir los padres de una criatura que no regresó a su casa por culpa de un imbécil de los que proliferan con la tolerancia de un sistema saturado de gente sin escrúpulos; tanto los “concesionarios”, como las autoridades que dan lugar a tanta irregularidad. La causa de esta tragedia tiene que ver con la protección que les ofrecen las aseguradoras, los sindicatos, los ministerios públicos y hasta los propios agentes de vialidad. La mayoría de los que tienen que ver con los camiones urbanos forman redes que hacen imposible o muy difícil evitar y más aún castigar estos crímenes.
Muchos discursos, demasiadas promesas, pretextos, ocurrencias como las de Emilio, en tanto las muertes se multiplican y nadie es capaz de enfrentar realmente el problema.
¿Por qué no buscar socios extranjeros para el tesoro profundo de las calles donde opera el transporte? Quien quita y la preparación y la cultura de los europeos o asiáticos nos proponga algo a la altura de lo que tienen ellos: Camiones limpios, sin calcomanías y adornos; como foquitos, muñecos, zapatitos y cuanta pendejada se les ocurre colgar, pegar o ensartar donde se pueda. Veríamos choferes aseados, hasta con uniforme y toda la cosa; educados, atentos con el pasaje. Inclusive les llamaríamos conductores. Seguramente se salvarían muchas vidas. Ellos pondrían la tecnología del buen trato, la cortesía, tan rara en las calles de México, al menos en la superficie de los pavimentos someros. Que se lo propongan al gerente del país. Así se evitarían marchas, adelitas, plantones y brigadas en protesta por esa entrega, sin duda benéfica porque no más no podemos resolver este espinoso asunto que huele a hidrocarburo pero ni siquiera lo produce, es más, lo quema, ensucia el aire y de pilón nos tiene bajo amenaza todos los días, al menos en Guadalajara. Es la bestia sobre ruedas, que se la den a las trasnacionales.


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lunes, 14 de abril de 2008

Punto de ebullición política

Lo que le resta al 2008 sumado al 2009, es lo que falta para que concluya el período de las alcaldías. Es decir, los presidentes municipales solamente tienen veintiún meses para hacer algo por sus municipios, sus partidos o por sus bolsillos, como acostumbran muchos.
Apenas parece ayer cuando entraron a despachar los asuntos de su ámbito; medio comenzamos a conocer sus estilos de administrar bienes públicos y ya casi están a la mitad de la gestión. Es muy breve su paso por la primera jefatura municipal y el alcalde de Guadalajara y otros funcionarios ya piensan en la gubernatura. Los restantes munícipes habitualmente se descartan porque todavía es bastante grande la desproporción que guardan sus municipios respecto a los que componen la Zona Metropolitana de Guadalajara
(ZMG). Ha sido tradicionalmente el presidente que gobierna la capital jalisciense el más fuerte aspirante al cargo de gobernador del estado, aunque los últimos alcaldes tapatíos priístas no alcanzaron este objetivo.
Hace unos años un ex alcalde de Tonalá hizo el intento y casi logra quedarse a gobernar en tanto que otro de Ciudad Guzmán gobernó Jalisco por seis años y a partir de entonces no ha dejado de pertenecer a los gabinetes presidenciales en cargos de primer nivel, más por coyunturas y compromisos que por brillo personal.
Los dislates de Emilio González han adelantado el reloj de la contienda por los principales cargos políticos de Jalisco, que son la presidencia municipal de Guadalajara y el gobierno del estado.
Ha bajado tanto la figura oficial de la primera magistratura estatal, de la nacional ni se diga, que a muchos actores políticos se les antoja legítimamente desplazar – urge- a quienes ya tienen prácticamente lleno el cacharro de las regadas de tepache.
Mal y de malas ha transcurrido la administración del Santo Niño González a quien se le ha ido en doblarse o pagar favores ante el clero católico local y apapachar a Televisa.
Mal visto por las minorías que atacó verbalmente y por las mayorías que no le ven “patas de jinete”, precisamente por ser candil de la calle, este góber piadoso ya se quemó como cartucho presidenciable y quién sabe cómo le vaya durante el tiempo que le queda al frente de los designios políticos de este mal administrado estado.
El timbre de su voz y la tonadilla estilo pirrurris, le imponen un sello particularmente molesto a sus rupestres opiniones sobre cualquier cosa, al igual que las diatribas que suelta en defensa de sus millonarias dádivas.
No conozco de alguna encuesta, sin embargo, desde los distintos círculos, tanto de élites acomodadas como de sectores populares, se levantan voces que se dirigen a su persona con toda clase de adjetivos altisonantes. No ha dado una en más de un año de administración. Todo ha sido desencuentro y conflicto, desde sus pleitos y disparates por motivos de conducta sexual ajena, hasta su vehemencia en encubrir funcionarios señalados como delincuentes, entre otras tropelías como las clases bíblicas en la Casa de Gobierno y por supuesto los millonarios donativos con dinero público.
Por eso anda caliente la política y los grupos se mueven como enjambres. El primer paso es conseguir candidatos que reúnan el perfil necesario para hacerse del municipio tapatío y los que han de conformar el congreso local. Esos son los objetivos primarios de los partidos. En cuanto al primero de ellos, el
PAN puede darse un respiro al haber encontrado en Petersen Farah lo que hasta el momento ningún otro político local de esta filiación ha ofrecido. En primer lugar prudencia, apertura, buen trato. No cabe duda de que la educación y los principios morales “se maman”, como dicen popularmente. Sin duda este médico será una carta fuerte para aspirar a gobernar Jalisco y deja además el camino llano para quien postule su partido a sustituirlo. Su hasta ahora buen desempeño es gran ayuda para mantener esta alcaldía. En este punto tendrá que trabajar muy fino la oposición.
Por otra parte, el ingrediente de los Juegos Panamericanos hará de la sucesión un caso especial porque envuelve muchos negocios y sobretodo acapara reflectores, tan cotizados en política. La elección para el 2009 se vislumbra bastante competida, tanto al interior de los institutos políticos como para aquellos que resulten electos a contender abiertamente.
Las tribus locales barajan nombres y se acercan a quienes consideran piezas clave en el proceso, sin descartar incluir en sus planillas personajes de la estatura del ex rector y ahora académico y funcionario de la Universidad de Guadalajara, J. Trinidad Padilla López. Él sería postulado por el
PRI a la alcaldía de Guadalajara y vaya que tendrían un buen candidato gracias al prestigio que acumuló en su rectorado y sobretodo al carácter que posee y le ayuda tanto en esta compleja carrera. Quienes le conocen saben también de su amplia cultura, carisma y calidad humana. El asunto aquí es qué tanto interés pudiera tener en competir en una elección donde todo favorece al partido en el poder. Antes de ello, desde luego, faltaría superar la etapa del consenso al interior del tricolor donde algunos militantes no son precisamente padillistas y guardan sus distancias por viejos desacuerdos o rencillas -¿amarguras?- que se dan frecuentemente entre quienes luchan por las parcelas del poder.
Lo que si puede suceder en caso de darse esta designación es que el
PRD organice su estrategia en torno a una alianza y entonces sí, cuídate PAN, aunque lleves a un candidato estelar.
Como sea, lo que acontezca en 2009 será decisivo para 2011 cuando la atención mundial estará enfocada en nuestra ciudad por motivo de los juegos, en medio de elecciones estatales y federales y a un año de haber celebrado el Bicentenario, vaya hervor político que se avecina.